Manipular con frecuencia las orejas, pies, boca, estomago, cola, etc, acostumbrará a tu cachorro a ser tocado y estará mucho más cómodo en su próxima visita al veterinario.
Revisarlos diariamente o al menos una vez a la semana, te ayudará a conocer a tu cachorro y reconocer si necesita ser llevado al veterinario para una revisión por la aparición de protuberancias, salpullidos, plagas, cortadas o algún otro problema indetectable a simple vista. Además será mas fácil manejarlos si llegaran a tener alguna herida menor.
Para realizar estar revisiones puedes pasar tus dedos ligeramente a través de su pelo en el lomo, masajeando su piel, luego checar sus orejas, masajear un poco más y continuar de esa manera todo el cuerpo. Revisa sus patas y entre los cojinetes masajeando suavemente sus dedos. Esto además de acostumbrarlos a que alguien agarre sus patas ayudará para cuando necesite un recorte de uñas. Puedes continuar revisando sus dientes y encías, y masajear suavemente el hocico. Termina revisando sus ojos y lagrimales, y si observas alguna lagaña puedes retirarla con una gasa humedecida. Ve poco a poco, atendiendo a cualquier señal de incomodidad de tu cachorro, y no olvides repartirle algunos premios sobre todo cuando revises las partes más sensibles para él. Nunca lo regañes si observas que se mueve por la incomodidad del tacto, en su lugar ve mas despacio y apóyate de los premios para indicarle que esa es una buena experiencia. Si cepillas regularmente a tu cachorro aprovecha esa oportunidad para revisarlo.
El tocarlos correcta y continuamente además de que te permitirá estar en contacto con su condición de salud general, incluyendo su peso, posibles dolores, bultos o cualquier otro problema creará una relación de confianza y respeto mutuo entre ustedes dos.